Carrera de San Silvestre 2013. Día 31 de Diciembre, el año se acaba y cuando esto ocurre suele empezar otro. Dicen los entendidos que es así todos los años. Monótono pero necesario.
Seguramente lo habréis visto u oido en los más prestigiosos medios de comunicación deportivos. Léase Marca, As, Diez Minutos, prime time de los Telediarios y cosas por el estilo. Por si vivís ajenos al mundo informativo yo os informo. Este mítico día se celebra uno de los enfrentamientos deportivos más esperados del calendario deportivo. Ni Barsa Madrid. Ni los Bulls contra Los Lakers. Ni Nadal contra Federer. El mundo se para: Machine contra Cuñao. El terreno: la San Silvestre. El arma: las zapatillas de correr y el pundonor. El desenlace: inesperado.
Santo Silvestre. Machine vs Cuñao
Antes de contaros el desenlace me gustaría realizar una breve reflexión: en Nochevieja no sólo hubo un combate en el asfalto. Hubo otro tras las doce uvas.
Empezaré por relatar el segundo.
Hay frases eternas que perduran para siempre en la memoria colectiva. Frases que quedan grabadas en el recuerdo de la gente a perpetuidad. Estas palabras, normalmente, las pronuncia una persona sabia, un maestro, y se transmiten a lo largo de generaciones. Todos podemos acordarnos de alguna si hacemos un pequeño esfuerzo. La que hoy, dia 1 de Enero de 2013, viene a mi recuerdo la pronunció una persona carismática. Un ejemplo a seguir.
Cubano de nacimiento, y exiliado por el régimen castrista, encontro un cálido refugio en nuestro país. Se le solía ver por la noche de Madrid. Deambulando entre las sombras nocturnas predicaba su filosofía. Un hombre instruido que, poco a poco, logró que una corte de fieles seguidores le llamaramos MAESTRO. Su frase lapidaria retumba hoy en mi cabeza como un enjambre de tabanos:
- ¨LA NOCHE ME CONFUNDE¨.
El gran Dinio. Áquel capaz de conquistar el petreo corazón de Marujita Díaz. Un grande. Y su frase, qué verdad para los que somos de naturaleza débil y el dulce sabor del alcohol, con sus cantos de sirena, nos atrae como la miel a las abejas. Y es que a ciertas edades y desentrenado en las lidias nocturnas no se puede pernoctar. En Nochevieja abrí la caja de Pandora y la noche me confundió. Los pelotis fueron el postre y eso se paga. El día 1 no era persona. Angustias y malestar general me acompañaron todo el día. Ni espidifren, ni el famoso dicho de "lo mejor para la resaca es desayunar un botellín", paliaron mi agonía. Estoy mayor. El cuñao lo sabía y me lió. Ganó el combate nocturno. Pillu Machine claudicó al amanecer con las primeras luces del nuevo año.
Seguramente lo habréis visto u oido en los más prestigiosos medios de comunicación deportivos. Léase Marca, As, Diez Minutos, prime time de los Telediarios y cosas por el estilo. Por si vivís ajenos al mundo informativo yo os informo. Este mítico día se celebra uno de los enfrentamientos deportivos más esperados del calendario deportivo. Ni Barsa Madrid. Ni los Bulls contra Los Lakers. Ni Nadal contra Federer. El mundo se para: Machine contra Cuñao. El terreno: la San Silvestre. El arma: las zapatillas de correr y el pundonor. El desenlace: inesperado.
Santo Silvestre. Machine vs Cuñao
Antes de contaros el desenlace me gustaría realizar una breve reflexión: en Nochevieja no sólo hubo un combate en el asfalto. Hubo otro tras las doce uvas.
Empezaré por relatar el segundo.
Hay frases eternas que perduran para siempre en la memoria colectiva. Frases que quedan grabadas en el recuerdo de la gente a perpetuidad. Estas palabras, normalmente, las pronuncia una persona sabia, un maestro, y se transmiten a lo largo de generaciones. Todos podemos acordarnos de alguna si hacemos un pequeño esfuerzo. La que hoy, dia 1 de Enero de 2013, viene a mi recuerdo la pronunció una persona carismática. Un ejemplo a seguir.
Cubano de nacimiento, y exiliado por el régimen castrista, encontro un cálido refugio en nuestro país. Se le solía ver por la noche de Madrid. Deambulando entre las sombras nocturnas predicaba su filosofía. Un hombre instruido que, poco a poco, logró que una corte de fieles seguidores le llamaramos MAESTRO. Su frase lapidaria retumba hoy en mi cabeza como un enjambre de tabanos:
- ¨LA NOCHE ME CONFUNDE¨.
El gran Dinio. Áquel capaz de conquistar el petreo corazón de Marujita Díaz. Un grande. Y su frase, qué verdad para los que somos de naturaleza débil y el dulce sabor del alcohol, con sus cantos de sirena, nos atrae como la miel a las abejas. Y es que a ciertas edades y desentrenado en las lidias nocturnas no se puede pernoctar. En Nochevieja abrí la caja de Pandora y la noche me confundió. Los pelotis fueron el postre y eso se paga. El día 1 no era persona. Angustias y malestar general me acompañaron todo el día. Ni espidifren, ni el famoso dicho de "lo mejor para la resaca es desayunar un botellín", paliaron mi agonía. Estoy mayor. El cuñao lo sabía y me lió. Ganó el combate nocturno. Pillu Machine claudicó al amanecer con las primeras luces del nuevo año.
...Pero, ¿qué ocurrió en el ASFALTO?
Día 31 de Diciembre. 4:30 de la tarde. Spaguettis con aceite de oliva y un filete de pollo a la plancha ha sido mi menú. Acostumbrado al deporte mañanero me cuesta Dios y ayuda vestirme para salir a correr con la rasca que hace afuera, una buena siesta sería lo lógico. El día en Madrid frío y la sensación de humedad grande. Madre mía ¡¡qué pereza!!. Pero el deber obliga. Me enfundo mis mallas negras que ya quisiera Errol Flyn en ¨Robin Hood¨. Camiseta térmica prieta y encima la que la organización de la San Silvestre nos ha dado. Naranja fluor. Nunca me ha sentado bien este color pero aún así, qué tipín, qué magnanima elegancia............
Año 2010: Tiempo 47:50 a un ritmo medio de 4:46 min/km. Año 2011: Tiempo 45:56 a un ritmo medio de 4:35 min/km. En esta edición tenía el listón alto para mis capacidades de corredor. El entrenamiento que había llevado no era el más adecuado, ya que entre la elección de las zapatillas o la bike, casi siempre ganaba esta última. Pero no hay excusa que valga y las lamentaciones para el Muro de Jerusalén.
Bajo andando hasta el Santiago Bernabeu, apenas 10 minutos desde mi casa. Paro antes en los Chupopteros a saludar a los colegas que están acabando con las reservas de Mahou del distrito de Tetuán. Me quieren tentar. Que si lilas tómate una, que, una y te vas, que con lo qué tú has sido.... Tengo que huir de los malignos rápidamente o si no mi debilidad por el zumo de cebada me la puede jugar. Empiezo el calentamiento: salgo corriendo.....................
Día 31 de Diciembre. 4:30 de la tarde. Spaguettis con aceite de oliva y un filete de pollo a la plancha ha sido mi menú. Acostumbrado al deporte mañanero me cuesta Dios y ayuda vestirme para salir a correr con la rasca que hace afuera, una buena siesta sería lo lógico. El día en Madrid frío y la sensación de humedad grande. Madre mía ¡¡qué pereza!!. Pero el deber obliga. Me enfundo mis mallas negras que ya quisiera Errol Flyn en ¨Robin Hood¨. Camiseta térmica prieta y encima la que la organización de la San Silvestre nos ha dado. Naranja fluor. Nunca me ha sentado bien este color pero aún así, qué tipín, qué magnanima elegancia............
Año 2010: Tiempo 47:50 a un ritmo medio de 4:46 min/km. Año 2011: Tiempo 45:56 a un ritmo medio de 4:35 min/km. En esta edición tenía el listón alto para mis capacidades de corredor. El entrenamiento que había llevado no era el más adecuado, ya que entre la elección de las zapatillas o la bike, casi siempre ganaba esta última. Pero no hay excusa que valga y las lamentaciones para el Muro de Jerusalén.
Bajo andando hasta el Santiago Bernabeu, apenas 10 minutos desde mi casa. Paro antes en los Chupopteros a saludar a los colegas que están acabando con las reservas de Mahou del distrito de Tetuán. Me quieren tentar. Que si lilas tómate una, que, una y te vas, que con lo qué tú has sido.... Tengo que huir de los malignos rápidamente o si no mi debilidad por el zumo de cebada me la puede jugar. Empiezo el calentamiento: salgo corriendo.....................
El cuñao comienza con su táctica y me hace esperar unos 15 minutos bajo la Torre de Caja Madrid. Me quedo helado. Me encuentro con un amigo, Rafa Valle, biker de los buenos. Charlamos. Entre la muchedumbre aparece él, como una aparición fantasmagórica. Ataviado con su mítico gorro del canguro. Sonrisa burlona. Gesto serio de concentración. Nos observamos sin hablar. Cruzamos la mirada. Esta todo dicho.
Vamos con el tiempo justo por lo que tenemos que marchar rápido a la salida. 40.000 mánzapulas por los alrededores del Bernabeu hacen que la entrada a los cajones de salida sea un poco caótica. Nos metemos por donde podemos. Finalmente en el cajón de 50´. A las 17:30 la salida.
El recorrido fántastico. Concha Espina, Serrano hasta la Puerta de Alcala, de allí a Cibeles y luego Paseo de Recoletos hasta Atocha. La belleza de Madrid en estado puro. Bajada por Ciudad de Barcelona hasta el Puente de Vallecas y subida a la mítica cuesta de la Avenida de la Albufera. Un kilometro más y meta en Vallecas. El ambiente, como siempre, espectacular. La marea naranja pintando el asfalto de Madrid mires donde mires. La gente por las calles animando, las luces de Navidad. Un lujo.
Pocos minutos para la salida, saltitos de calentamiento, movimientos de cuerpo, estiramientos.....10, 9, 8, 7, 6, 5, 4, 3, 2, 1, y Go. Cuñao sale ágil. Me sueldo a su rebufo en la subida de Concha Espina. Las pulsaciones por las nubes. Es hora de lanzar el ataque. Fuerzo el ritmo y veo como cuñao cede unos metros. Comienza la bajada por Serrano. Comienza la gynkana. Correr la San Silvestre es correr una carrera de obstaculos. Adelantamiento de la peña por todos los lados. Un rato por la acera, un rato por el asfalto. Saltar bolardos, esquivar farolas, policias , bancos, etctetcetc. Qué si una mano para chocarla por aquí, que si un tio cruzando la calle por allá...Tropezones, zancadillas involuntarias......... Una jungla. Pierdo la referencia de dónde está cuñao. Creo que detrás pero no lo tengo claro. Entre la gente es imposible diferenciar a nadie. Todos naranjas, como hooligans de la selección holandesa.
Vamos con el tiempo justo por lo que tenemos que marchar rápido a la salida. 40.000 mánzapulas por los alrededores del Bernabeu hacen que la entrada a los cajones de salida sea un poco caótica. Nos metemos por donde podemos. Finalmente en el cajón de 50´. A las 17:30 la salida.
El recorrido fántastico. Concha Espina, Serrano hasta la Puerta de Alcala, de allí a Cibeles y luego Paseo de Recoletos hasta Atocha. La belleza de Madrid en estado puro. Bajada por Ciudad de Barcelona hasta el Puente de Vallecas y subida a la mítica cuesta de la Avenida de la Albufera. Un kilometro más y meta en Vallecas. El ambiente, como siempre, espectacular. La marea naranja pintando el asfalto de Madrid mires donde mires. La gente por las calles animando, las luces de Navidad. Un lujo.
Pocos minutos para la salida, saltitos de calentamiento, movimientos de cuerpo, estiramientos.....10, 9, 8, 7, 6, 5, 4, 3, 2, 1, y Go. Cuñao sale ágil. Me sueldo a su rebufo en la subida de Concha Espina. Las pulsaciones por las nubes. Es hora de lanzar el ataque. Fuerzo el ritmo y veo como cuñao cede unos metros. Comienza la bajada por Serrano. Comienza la gynkana. Correr la San Silvestre es correr una carrera de obstaculos. Adelantamiento de la peña por todos los lados. Un rato por la acera, un rato por el asfalto. Saltar bolardos, esquivar farolas, policias , bancos, etctetcetc. Qué si una mano para chocarla por aquí, que si un tio cruzando la calle por allá...Tropezones, zancadillas involuntarias......... Una jungla. Pierdo la referencia de dónde está cuñao. Creo que detrás pero no lo tengo claro. Entre la gente es imposible diferenciar a nadie. Todos naranjas, como hooligans de la selección holandesa.
LLevo los tiempos de paso del año pasado apuntados en la mano como referencia. Km 2,5, Km 5, Km 7,5 y meta 45: 56. El objetivo a batir. Se que con estos rítmos Cuñao va a tener que ir rápido para doblegarme. Paso por el Km 2,5. Miro el reloj. ¡¡¡¡Cago en Tooooóooo!! en la salida no he puesto el cronómetro en marcha. No tengo referencias. ¡¡¡¡¡Qué desastre!!!!. No sé cómo voy. Si bien, si mal, si lento, si rápido.......Hay que correr. Bajada por Recoletos. Aquí la gente se dispersa. Puedo coger ritmo. ¿Ande andará Cuñao?........
Atocha, Ciudad de Barcelona y recuperación de pulsaciones bajando un poco la velocidad para recuperar y darlo todo en la subida a la Avenida de la Albufera. Me encanta llegar allí. Historia del atletismo madrileño en estado puro. Es llegar a Vallecas y sentir más cercano el apoyo de la gente. Las calles abarrotadas. Subo ágil, a buen ritmo adelantando bastante gente. Paso el globo de 48 minutos. Por lo menos sé que bajo de ese tiempo. Curva a izquierdas. Fin de la subida y último kilómetro. Conservo. Respiro, y en los últimos 500 metros intento subir el ritmo esquivando a la gente. 200 metros a tope, el galgo de Chamberí a cámara lenta. Me va a dar algo. Cruzo la meta. No sé el tiempo que he hecho................
Busco con la mirada a Cuñao en el punto de quedada. Veo un hombre de espaldas. Misma estatura que la suya. Gorro del mismo color. Mismas mallas. Moreno. Se da la vuelta. Un segundo de suspense y........no es él. Cuñao no está. Machine ha vencido. Continua su hegemonía un año más.
No seré yo quién haga leña del árbol caído. No es mi éstilo. Se de su esfuerzo, de sus horas de entrenamiento. Del tiempo robado a su familia para prepararse. No seré yo quien diga que ha mordido el polvo otra vez. Que el sabor terroso perdurara entre sus dientes una temporada más. No seré yo quién lo escriba. No diré el tiempo que hizo. Sí el mio: 45:36 a 4,33 min/km. 20 segundos de mejora respecto a 2011. No escribiré que le estuve esperando 5 minutos hasta que cruzó la linea de meta. No, no insistáis. Nunca lo plasmaré en el papel. Siempre he sido un tio elegante. Qué sea él el que os lo cuente................ (Próximamente)
Atocha, Ciudad de Barcelona y recuperación de pulsaciones bajando un poco la velocidad para recuperar y darlo todo en la subida a la Avenida de la Albufera. Me encanta llegar allí. Historia del atletismo madrileño en estado puro. Es llegar a Vallecas y sentir más cercano el apoyo de la gente. Las calles abarrotadas. Subo ágil, a buen ritmo adelantando bastante gente. Paso el globo de 48 minutos. Por lo menos sé que bajo de ese tiempo. Curva a izquierdas. Fin de la subida y último kilómetro. Conservo. Respiro, y en los últimos 500 metros intento subir el ritmo esquivando a la gente. 200 metros a tope, el galgo de Chamberí a cámara lenta. Me va a dar algo. Cruzo la meta. No sé el tiempo que he hecho................
Busco con la mirada a Cuñao en el punto de quedada. Veo un hombre de espaldas. Misma estatura que la suya. Gorro del mismo color. Mismas mallas. Moreno. Se da la vuelta. Un segundo de suspense y........no es él. Cuñao no está. Machine ha vencido. Continua su hegemonía un año más.
No seré yo quién haga leña del árbol caído. No es mi éstilo. Se de su esfuerzo, de sus horas de entrenamiento. Del tiempo robado a su familia para prepararse. No seré yo quien diga que ha mordido el polvo otra vez. Que el sabor terroso perdurara entre sus dientes una temporada más. No seré yo quién lo escriba. No diré el tiempo que hizo. Sí el mio: 45:36 a 4,33 min/km. 20 segundos de mejora respecto a 2011. No escribiré que le estuve esperando 5 minutos hasta que cruzó la linea de meta. No, no insistáis. Nunca lo plasmaré en el papel. Siempre he sido un tio elegante. Qué sea él el que os lo cuente................ (Próximamente)