27 de Enero de 2013. XXII edición Clásica de Valdemorillo.
La semana se presentaba, metereológicamente hablando, complicada. Carámbanos: Pedazo de hielo más o menos largo y puntiagudo. Así denomina la Real Academia de la Lengua a este palabro y, así es como, previsiblemente, se nos iban a quedar nuestras partes nobles a los que osaramos acercarnos a completar la XXII edición de la Clásica de Valdemorillo. Y es que vaya semanita la que hemos tenido. Los grajos volando bajo. Semana de nieves pero no de bienes. Unos días en los que era mejor no hablar ya que se corría el riesgo de que se congelaran las palabras. Y el aire, uff¡¡.... gélido y cortante como las rubias en las discotecas. Pero como bien dice el refran: ¨ Frío en el invierno y calor en el verano, eso es lo sano¨. Así que dicho y hecho, en peores plazas hemos toreado. Guardo. Escalofríos en la nieve. Quién dijo miedo. Pero el Sábado, vispera de la marcha, se obró el milagro. Amaneció un día esplendido en Madrid y el que esto escribe salio a dar pedales un par de horas con Trek a las tres de la tarde y el mercurio marcaba 20ª . Esto del tiempo es de locos. Toda una incognita. Así que me fui a la cama con el reconcome de si echar a la mochila crema bronceadora y un refresquito de caipiriña o un gorro de lana y un Tetra Brike de caldito Aneto......
Lo que estaba claro es que hiciera el tiempo que hiciera el Pillu Machine Team iría a Valdemorillo. Sin excusas. Así que carretera y manta...................
La semana se presentaba, metereológicamente hablando, complicada. Carámbanos: Pedazo de hielo más o menos largo y puntiagudo. Así denomina la Real Academia de la Lengua a este palabro y, así es como, previsiblemente, se nos iban a quedar nuestras partes nobles a los que osaramos acercarnos a completar la XXII edición de la Clásica de Valdemorillo. Y es que vaya semanita la que hemos tenido. Los grajos volando bajo. Semana de nieves pero no de bienes. Unos días en los que era mejor no hablar ya que se corría el riesgo de que se congelaran las palabras. Y el aire, uff¡¡.... gélido y cortante como las rubias en las discotecas. Pero como bien dice el refran: ¨ Frío en el invierno y calor en el verano, eso es lo sano¨. Así que dicho y hecho, en peores plazas hemos toreado. Guardo. Escalofríos en la nieve. Quién dijo miedo. Pero el Sábado, vispera de la marcha, se obró el milagro. Amaneció un día esplendido en Madrid y el que esto escribe salio a dar pedales un par de horas con Trek a las tres de la tarde y el mercurio marcaba 20ª . Esto del tiempo es de locos. Toda una incognita. Así que me fui a la cama con el reconcome de si echar a la mochila crema bronceadora y un refresquito de caipiriña o un gorro de lana y un Tetra Brike de caldito Aneto......
Lo que estaba claro es que hiciera el tiempo que hiciera el Pillu Machine Team iría a Valdemorillo. Sin excusas. Así que carretera y manta...................
Con la Machine de Javi Biketown.
Y es que la Clásica es la Clásica. Hay que estar allí por varias razones. Porque es la primera marcha del año y del circuito MTB 4 Estaciones. Porque es de las que más tradición y solera tienen en el mundillo del montan bike madrileño. Porque es Domingo y empieza a las 11 de la mañana y no hay que madrugar mucho. Porque si te quedas en casa tienes que ir al parque con los niños y eso cansa más que 60 kilómetros por un barrizal. En definitiva, a Valdemorillo hay que ir porque si no vas seguro que luego te arrepientes. Así que fuera pereza.
Valdemorillo. Veintidós ediciones. Veintidós años. Se dice pronto...Vamos allá: Una, dos, tres, cuatro, cinco, seís, siete, ocho, nueve, diez, once, doce, trece, catorce, quince, nueve, dieciseís, cuatro, diecisiete............dieciocho, diecinueve....... veinte, veintiuno, veintidos, veintidos, veintidos........VEINTIDOS....... Ahí les tienes:
Valdemorillo. Veintidós ediciones. Veintidós años. Se dice pronto...Vamos allá: Una, dos, tres, cuatro, cinco, seís, siete, ocho, nueve, diez, once, doce, trece, catorce, quince, nueve, dieciseís, cuatro, diecisiete............dieciocho, diecinueve....... veinte, veintiuno, veintidos, veintidos, veintidos........VEINTIDOS....... Ahí les tienes:
Estas pedaladas van por ustedes: por El Linterna y El Pulga, y no me estoy refiriendo a Leo Messi. Por los trajes de luces y la guitarra. Por el Duo Sacapuntas. Espero que esta VEINTIDOS Marcha de Valdemorillo no me deje hecho una viruta.
Cuando llegé a Valdemorillo la plaza estaba abarrotaaaaa......¿Cómo estaba la plaza? Abarrotaaaaaaaa... Bikers por todos los lados. 2000 manzápulas ansiosos de senderos. Sin miedo al frío. Cuánto loco hay suelto!, madre mía. Que San Blás, patrón de tan insigne pueblo, nos pille confesados.
Al cielo, que el sábado se mostraba azul, alguien se encargó por la noche de darle una capa de color gris amenazante. La lluvia al final nos respetó. El ámbiente, con neblina. El frío, sobrellevable. Un fantástico día para adentrarse por los caminos de Valdemorillo y alrededores. Condiciones perfectas para darle a los pedales. Y es que el terreno estaba de lujo, compacto, con algunos tramos de tierra suelta y barro. Si a esto le unimos los cruces de los riachuelos, que siempre le dan a esta marcha su toque fresquito, pues un poco de todo.
Al que madruga Dios le echa una mano, así que aunque la marcha empieza a las 11, llegó pronto a recoger el dorsal con tiempo de sobra para empaparme del ambiente y saludar a los conocidos. Me junto con Javi Biketown a ver si se me pega algo, pero va a ser que no (al final segundo en la marcha), y con el mítico mecánico e intrepido biker José. Foto para la posteridad y a buscar a Escariote que andaba por allí perdido.......
El trazado de Valdemorillo es muy ameno y no exento de dureza. 55 km que alternan tramos muy variados. Pronto una técnica y dura subida pone a cada uno en su sitio y estira el pelotón. Fundamental salir bien colocado, a todo trapo, para evitar los tapones y a la gente que echa pie a tierra en el ascenso. A partir de ahí tramos para disfrutar y falsos llanos rompepiernas con subidas y bajadas que van haciendo mella. Entrada en los pinares, lo que significa que nos enfrentamos a senderos entretenidos de bajada, técnicos, rápidos, muy, pero que muy divertidos..... Avituallamiento en el Km18. No paro. Engancho un gel al vuelo que una amable señorita me brinda. Para el gaznate. Trago de agua y a seguir dádole a los pedales. A partir de aquí, se alternan pistas anchas con trialeras pedregosas de las que tanto nos gustan. Senderos. Para arriba para abajo. Una piedra por allí un barrizal por allá. Vamos disfrutando y con las fuerza más o menos bien (dentro de mi nivel de tercera regional) con un punto de reserva para enfrentarnos al temido ¨Mortirolo¨.
Avituallamiento del Km. 34. Paro para pillar agua, una barrita y un gel. Me los trago y sin más dilación al lio. Bajada rápida y peligrosa. Aquí se pilla bastante velocidad por un camino lleno de roderas estratégicamente colocadas para que metas la rueda en ellas y te vayas volando, volando voy volando vengo... grande Camarón....
Dejamos el Mortirolo a nuestra derecha (cambio del circuito con respecto a otros años) y damos un rodeo antes de enfrentarnos a él. Terreno serrucho, para arriba y para abajo. Algún tramo técnico y de nuevo estamos a los pies del ¨Mortirolo¨. ¿Qué que es?. Pues un rampón de los de aprieta el culo que asciende escarpado por la ladera de la montaña con unos porcentajes considerables (me gustaría daros más datos pero como no llevo cuentakilómetros, no sé lo largo que es, y como no llevo gps pues no sé las rampas lo que tienen de porcentaje). Pido públicamente que algún amable lector nos de esos datos, gracias anticipadas. Lo subo más o menos dignamente, o sea con más pena que gloria. Pero bien y con fuerzas. Corono y continuamos por unos caminos que pican siempre para arriba y que a estas alturas van haciendo daño. Intento darlo todo y las fuerzas que he ido reservando me acompañan en este último tramo. Llegada a meta mas o menos en dos horas y cincuenta minutos y cuarta Clásica de Valdemorillo para el zurrón.
Dejamos el Mortirolo a nuestra derecha (cambio del circuito con respecto a otros años) y damos un rodeo antes de enfrentarnos a él. Terreno serrucho, para arriba y para abajo. Algún tramo técnico y de nuevo estamos a los pies del ¨Mortirolo¨. ¿Qué que es?. Pues un rampón de los de aprieta el culo que asciende escarpado por la ladera de la montaña con unos porcentajes considerables (me gustaría daros más datos pero como no llevo cuentakilómetros, no sé lo largo que es, y como no llevo gps pues no sé las rampas lo que tienen de porcentaje). Pido públicamente que algún amable lector nos de esos datos, gracias anticipadas. Lo subo más o menos dignamente, o sea con más pena que gloria. Pero bien y con fuerzas. Corono y continuamos por unos caminos que pican siempre para arriba y que a estas alturas van haciendo daño. Intento darlo todo y las fuerzas que he ido reservando me acompañan en este último tramo. Llegada a meta mas o menos en dos horas y cincuenta minutos y cuarta Clásica de Valdemorillo para el zurrón.
Bueno, pues ahora a buscarnos otros fregaos en donde meternos. Ya os contaré. Antes de terminar me gustaría denunciar con tristeza que varios integrantes del club el ciclista porcino estuvieron por Valdemorillo. ¡¡Cuándo dejaremos de tirar los envoltorios al suelo!!.
Sed felices....................
Sed felices....................