Sin hablar, sin pensar, iré por los senderos:
pero el amor sin límites me crecerá en el alma.
Arthur Rimbaud
16 de Marzo de 2014. I Edición de Navalcarnero Al Límite. Navalcarnero (Madrid)
OPCIÓN 1: La menos recomendable. Leerte todo el tocho que he escrito y a lo mejor no enterarse de que va la marcha.
OPCIÓN 2: La más recomendable. Irse al final del texto y pinchar el video de youtube de la organización. En siete minutos te enteras de todo.
Tú eliges. Yo pinchaba el video.....
OPCIÓN 1.
Siempre he sido un poco receloso a apuntarme a marchas con apellidos. Hoy he hecho una excepción. Desde hace un tiempo a algunos organizadores de eventos de las dos ruedas, les ha dado por poner a sus marchas, por parte de padre, adjetivos amedrantadores. Hoy nos toca probar en nuestras carnes Navalcarnero al Límite una nueva marcha que se despereza en Madrid. 75 km de montan bike por un territorio que desconozco completamente. Abandonamos la Sierra de Madrid y nos dirigimos al Suroeste. Una zona con un terreno bastante puñetero. Por aquí no vamos a encontar largas subidas ni trialeras pedregosas. El relieve de Navalcarnero es de puro desgaste. Continuas subidas, cortas al 9% al 10% al 11%, lomas, llanos, bajadas, cerros. Lo que viene siendo en el argot un rompepiernas. Mil y algunos metros más de desnivel nos aguardan en una marcha que se presupone muy rápida. Veamos qué nos depara el destino.
OPCIÓN 1: La menos recomendable. Leerte todo el tocho que he escrito y a lo mejor no enterarse de que va la marcha.
OPCIÓN 2: La más recomendable. Irse al final del texto y pinchar el video de youtube de la organización. En siete minutos te enteras de todo.
Tú eliges. Yo pinchaba el video.....
OPCIÓN 1.
Siempre he sido un poco receloso a apuntarme a marchas con apellidos. Hoy he hecho una excepción. Desde hace un tiempo a algunos organizadores de eventos de las dos ruedas, les ha dado por poner a sus marchas, por parte de padre, adjetivos amedrantadores. Hoy nos toca probar en nuestras carnes Navalcarnero al Límite una nueva marcha que se despereza en Madrid. 75 km de montan bike por un territorio que desconozco completamente. Abandonamos la Sierra de Madrid y nos dirigimos al Suroeste. Una zona con un terreno bastante puñetero. Por aquí no vamos a encontar largas subidas ni trialeras pedregosas. El relieve de Navalcarnero es de puro desgaste. Continuas subidas, cortas al 9% al 10% al 11%, lomas, llanos, bajadas, cerros. Lo que viene siendo en el argot un rompepiernas. Mil y algunos metros más de desnivel nos aguardan en una marcha que se presupone muy rápida. Veamos qué nos depara el destino.
Tierra de garbanzos, buen vino y mejor yantar. Navalcarnero. Pueblo castellano de cuidada belleza arquitectónica. La salida en su preciosa plaza. El tinglao montado por la organización espectacular. Stand de marcas punteras, carpas por aquí, megafonías por allá; vallas a lo Tour de Francia; podium cual altar de catedral; y lo más importante: gente del pueblo disfrutando del evento. Y es que hoy Navalcarnero se ha volcado con los bikers y eso es de agradecer.
Milton Ramos, Jesus del Nero, Juan Pedro Trujillo, Oriol Colomé, Wolfi, Eluterio Anguita.......de lo bueno lo mejor, de lo mejor lo superior. Carneros de pedigree, sementales de los buenos, y a su lado 1300 cabras, cabritos, corderos recentales, lechales, vacas viejas, babe el cerdito valiente, alguna mula, las churras, las merinas, las frisonas, alcarreñas, colmenareñas, galapagos, correcaminos, coyotes.......... y entre todos ellos los Biketowns. Hoy pocos, sólo tres. El Maestro, Javier Aguilar, hoy codo con codo con los buenos, el licenciado, Victor, haciendo un carrerón, y el que esto subscribe y escribe. Con nosotros Santi, amigo de Victor, y oriundo de Navalcarnero.
Tres formatos de ruta. Para todos los gustos y colores: Marcha de 52 km; Marcha de 75 Km y Maratón de 75 km. Nosotros al maratón. A la Cara A del disco. Venga vamos, que la parranda está apunto de comenzar...........
Milton Ramos, Jesus del Nero, Juan Pedro Trujillo, Oriol Colomé, Wolfi, Eluterio Anguita.......de lo bueno lo mejor, de lo mejor lo superior. Carneros de pedigree, sementales de los buenos, y a su lado 1300 cabras, cabritos, corderos recentales, lechales, vacas viejas, babe el cerdito valiente, alguna mula, las churras, las merinas, las frisonas, alcarreñas, colmenareñas, galapagos, correcaminos, coyotes.......... y entre todos ellos los Biketowns. Hoy pocos, sólo tres. El Maestro, Javier Aguilar, hoy codo con codo con los buenos, el licenciado, Victor, haciendo un carrerón, y el que esto subscribe y escribe. Con nosotros Santi, amigo de Victor, y oriundo de Navalcarnero.
Tres formatos de ruta. Para todos los gustos y colores: Marcha de 52 km; Marcha de 75 Km y Maratón de 75 km. Nosotros al maratón. A la Cara A del disco. Venga vamos, que la parranda está apunto de comenzar...........
10 AM. Hora prevista para la estampida de carneros y demás habitantes del corral. La organización dispone cajones de salida para los corredores según las categorías. La peña no hace ni caso. Nosotros, Victor y yo, al cajón Sub 23. No desentonamos entre los jovenzuelos con nuestro aire juvenil de universitarios . Javi en la primera línea junto a los figuras. 2 km neutralizados por las calles del pueblo y a galopar, a galopar hasta enterrarlos en el mar....
Salida. Primera toma de contacto con el terreno que nos espera. 75 kilómetros que os voy a intentar resumir. Terreno rápido, exigente. Lomas y cerros destrozando la planicie. Los arcaicos que llevamos dos platos, hoy con el grande. El pequeño de atrezzo. Repechos cortos, de los de ponte de pie y aprieta. Incontables. Desgaste. Velocidad. Paisaje seco, de genistas amarillas, encinas, monte bajo, viñas. Sol, calor, polvo. No hay distracción. Sólo el camino y a lo lejos, a cientos de kilómetros, la silueta de la Sierra de Madrid. Y después, otra vez la tierra seca. La pista graffiteada por roderas irregulares desordenando el camino. Playas sin mar. Arenales retándonos a jugar a equilibristas. Y algunas piedras, pocas, pero suficientes para lacerar las cubiertas de a los que el destino nos gana la partida por la mano. Así es Navalcarnero al Límite. Una marcha rodadora y rápida. No busquéis aquí dificultades técnicas, ni senderos ratoneros. La pistas y caminos anchos son los protagonistas. Ni bueno ni malo. Ni mejor ni peor que otras marchas. En la variedad está el gusto.
Hoy ninguna canción taladra mis pensamientos mientras pedaleo. Aún así la mente no está en blanco. Pienso en lo que llevo de camino, en lo que me queda por recorrer. Luce un sol espectacular y el terreno está seco como un arenque. Me asaltan las historietas.............Hace setecientos años la cosa estaba mucho peor. Madrid en el S XIV estaba sumida en un tremenda sequía y la peste bubónica, que asoló Europa, estaba haciendo de las suyas. Cuando la cosa está muy mal la gente se agarra a un clavo ardiendo y en está coyuntura apareció Martín Perdomés. Éste era natural de Navalcarnero y hortelano. Cuentan que el bueno de Martín una vez por semana bajaba sus verduras a Madrid. Hasta ahí nada raro. Lo que chocaba un poco era que nuestro hortelano iba diciendo a todo el que se encontraba que todas las noche en Navalcarnero el Diablo le visitaba y que charlaba con él. Qué si este tio esta loco. Qué si vaya zumbaooo....... más o menos esto era lo que se decía de él pero en el lenguaje del S XIV. Y mientras, en el cielo de Madrid ni una nube. Sequía. La gente con más hambre que los pavos de la Hilaria. Si el agua es vida en Madrid reinaba la muerte. Y he aquí que el bueno de Martín, sin despeinarse, va y suelta: - ¨Tranquilos, que me ha dicho el Demonio que en cuatro días llueve¨. Dicho y hecho. Una tromba de agua épica cayó sobre Madrid. Vuelta a la tortilla. Martín de loco a vidente. De zumbao a montar un chamizo en la Ribera de Curtidores donde la gente se agolpaba para que les predijera el futuro. A poner el cazo y a adivinar el destino. Incluso fue llamado al Alcazar Real para hablar con el rey. De hortelano al Paco Porras de la época. Una llamada a Martin vía móvil y el futuro cristalino como una pecera: - ¨Machine, tú no acabas la marcha¨.
Los kilómetros pasan rápidos y mientras hay que distraer la mente. En este navalcarnereño ilustre y en otras tontunas parecidas ando yo pensando mientras las ruedas giran cansinas por la arena. A Victor le perdí poco antes de salir. Es su terreno, rodador, y seguirle sería una temeridad por mi parte. Así que a coger mi ritmo y a ver qué tal. Me encuentro bien, pero guardando un poquito. El plan es ir así hasta el kilómetro 40 y luego echar el resto. La estrategia del soldado raso. Los coroneles lo tiene claro siempre a tope.............. Para que os hagáis una idea del terreno la media de velocidad que llevo es de 26, 5 Km/h (con casi 30 km/h acabó el maestro Javi y con 30,5 Km/h Jesus del Nero). Carrera muy rápida, para el que tenga piernas. Los caminos te invitan a darle fuerte pero hay que tener cuidado con los descensos ya que el diablo puede aparecerse otra vez en Navalcarnero, disfrazado de banco de arena o rodera y , o le vendes el alma, o reza. Nuestro amigo Santi no hizo tratos con el maligno y este fue el resultado:
Mejórate crack¡¡¡¡¡¡¡¡. Pienso en Javi y en Victor, deben de estar volando por este terreno. No me equivoco el maestro entrará en meta en el puesto once, tercero en Master 30 y Victor en el puesto 26, noveno en Master 40.
Adelanto a bastante gente en estos 30 primeros kilómetros. Y creédme no es fantasmada, pocos me adelantan a mí. Supero bien los repechos, y en los tramos de llano me encuentro alegre. Las 29¨ vuelan por estos caminos y ante todo hay que tener cuidado de no salir nosotros volando en las rapidísimas bajadas. Arena, polvo, arena. Piñones pequeños. Los kilómetros pasan casi sin darnos cuenta. Hoy me siento flex. Pero la suerte es cambiante como la luz de los semáforos. Hoy ni línea ni bingo. El azar no esta de mi parte.
KM 40 más o menos. La predicción de Martín Perdomés se hace realidad. Rueda trasera rajada. El aire huyendo de su penoso cautiverio. Game Over. Insert coin. Fuera de juego.
Tengo dos virtudes, la mecánica no es ninguna de ellas. Una rueda desinflada; dos zarpazos en la cubierta y dos botellas de CO2 para solucionarlo. La bomba de inflar ausente. De permiso de fin de semana. Gasto las bombonas y no ha entrado ni gota de aire. Ahogado en un secarral. Me toca hacer senderismo con Trek a mi lado. A patear. Se acabo la carrera y empieza la supervivencia. En mi deambular por los caminos, me encuentro con Cristina, una chica de la organización,que libretita en mano va apuntando los puestos de los participantes. Me dice que iba sobre el 35.... mi gozo en un pozo. Maldito montan bike........
Bikers, raudos y veloces, pasan a mi lado. Ninguno de ellos dice ni mu. Dudo de si tengo el don de la invisibilidad. San Isidro, patrón de Navalcarnero, se apiada de mí. Raúl, mammoth, como si de una aparición celestial se tratara aparece en el camino. Ya tengo inflador. El líquido tubeless realiza parcialmente su trabajo. Tres veces, tres, como San Pedro, reniego de mi rueda trasera. En tres ocasiones tengo que parar a inflarla de nuevo. 12 km me quedan hasta Navalcarnero. A lo lejos la torre de su iglesia. Zoom. El templo cada vez más cerca. Penando voy penando vengo consigo llegar a la plaza del pueblo. Navalcarnero al límite ya es historia.¿ Where is the limit? se preguntaba un tio lleno de tatuajes. Hoy tengo la respuesta: siempre en el destino.
Adelanto a bastante gente en estos 30 primeros kilómetros. Y creédme no es fantasmada, pocos me adelantan a mí. Supero bien los repechos, y en los tramos de llano me encuentro alegre. Las 29¨ vuelan por estos caminos y ante todo hay que tener cuidado de no salir nosotros volando en las rapidísimas bajadas. Arena, polvo, arena. Piñones pequeños. Los kilómetros pasan casi sin darnos cuenta. Hoy me siento flex. Pero la suerte es cambiante como la luz de los semáforos. Hoy ni línea ni bingo. El azar no esta de mi parte.
KM 40 más o menos. La predicción de Martín Perdomés se hace realidad. Rueda trasera rajada. El aire huyendo de su penoso cautiverio. Game Over. Insert coin. Fuera de juego.
Tengo dos virtudes, la mecánica no es ninguna de ellas. Una rueda desinflada; dos zarpazos en la cubierta y dos botellas de CO2 para solucionarlo. La bomba de inflar ausente. De permiso de fin de semana. Gasto las bombonas y no ha entrado ni gota de aire. Ahogado en un secarral. Me toca hacer senderismo con Trek a mi lado. A patear. Se acabo la carrera y empieza la supervivencia. En mi deambular por los caminos, me encuentro con Cristina, una chica de la organización,que libretita en mano va apuntando los puestos de los participantes. Me dice que iba sobre el 35.... mi gozo en un pozo. Maldito montan bike........
Bikers, raudos y veloces, pasan a mi lado. Ninguno de ellos dice ni mu. Dudo de si tengo el don de la invisibilidad. San Isidro, patrón de Navalcarnero, se apiada de mí. Raúl, mammoth, como si de una aparición celestial se tratara aparece en el camino. Ya tengo inflador. El líquido tubeless realiza parcialmente su trabajo. Tres veces, tres, como San Pedro, reniego de mi rueda trasera. En tres ocasiones tengo que parar a inflarla de nuevo. 12 km me quedan hasta Navalcarnero. A lo lejos la torre de su iglesia. Zoom. El templo cada vez más cerca. Penando voy penando vengo consigo llegar a la plaza del pueblo. Navalcarnero al límite ya es historia.¿ Where is the limit? se preguntaba un tio lleno de tatuajes. Hoy tengo la respuesta: siempre en el destino.
Volveré. Tengo una cuenta pendiente con esta carrera. El año próximo emularé al heroe clásico Jasón y acompañado de los argonautas navegaré sorteando los peligros en busca del vellocino de oro. Aquél carnero alado con la piel de oro que se convertiría en la constelación de Aries. Navalcarnero, ten por seguro que regresaré. Esto no va a quedar así.
Próxima estación: Jamón Bike 29 y 30 de Marzo. Pero esta será otra historia.
Abrazos y apiernas a todos.
Próxima estación: Jamón Bike 29 y 30 de Marzo. Pero esta será otra historia.
Abrazos y apiernas a todos.
Y digo yo que qué cojones hago escribiendo todo esta letanía cuando una imagen vale más que mil palabras.
OPCIÓN 2
OPCIÓN 2