Objetivo 2013. Escapada Pola de Lena. SR Events.
Cuando en 1266 Alfonso X ¨el sabio¨ otorgó la carta puebla al municipio de Pola de Lena, ellas ya estaban allí. Nos esperan desde entonces. Inmensas moles petreas, silenciosas, majestuosas. Hoy las carreteras asfaltadas surcan sinuosas sus laderas. Angliru, Cuitu Negro, Gamoniteiru, Cobertoria, Pajares......... esos son sus nombres.
Las montañas y el hombre. Ellas, expectantes, inmóviles, siempre desafiando con su quietud. El hombre, inquieto, arrogante, siempre intentando conquistarlas. Puertos mitificados. Duras carreteras en pendientes interminables que están ahí para invitarnos a intentarlo. Asfaltos que retan nuestra osadía y atrevimiento. Ahora es el momento. Es hora de pensar retos para el 2013. Es hora de comenzar a velar las armas.
Escapada Pola de Lena
Allí, en el Principado de Asturias, es donde nos espera la batalla . El fin: enfrentarnos a los colosos asturianos y doblegarlos. No va a ser fácil. Sus armas son letales. La lucha será cruenta, sin duda.
Son muchas las historias que cuentan sobre ellos, de su dureza, de su carácter despiadado, de su falta de compasión. Dicen que en estos puertos el asfalto está vivo. Siente, respira. De él, en los días de niebla, salen largos tentáculos que atrapan tus ruedas casi sin darte cuenta y no te permiten continuar. No hay que mirarlos, sino simplemente luchar. Apretar fuerte los pedales, en silencio, intentando no despertar al coloso. Algunos dicen que son simples ilusiones, que no es real, pero todos los que han osado retarles han sentido como su bicicleta se suelda al asfalto. Como en los sueños, parece imposible avanzar. Relatos inventados con el objetivo de que el miedo nos envuelva como papel de regalo.
Cuentan que sus carreteras trepan por las laderas por pendientes inverosímiles. Negras enredaderas por las que nuestras bicicletas tienen que ascender. Dicen que estas rampas son el lomo del coloso eternamente tumbado. Si le despiertas, según vas ascendiendo por su espalda, según le vas molestando con tu insolencia, él, con un leve movimiento de su cuerpo, hace que su dorso se levante. Sus rampas entonces se encrespan, parecen inaccesibles. Sólo los mas fuertes, los menos cuerdos pueden osar a desafiarlas. Muchos lo han hecho. Otros han sucumbido. Los más, prefieren no intentarlo.
No están solos en sus dominios. Figuras fantásticas pueblan estan mágicas cumbres. Se dice que algunos días, cuando parece que podemos vencer a la montaña, aparecen ellas. Frágiles, etéreas, escudriñando el horizonte buscando sus presas. Nadie las ha visto pero todos los que han ido por allí las han escuchado. Voces y lamentos son sus armas. Dulces cantos turbios de Sirenas. Penetran en nuestra mente, agotada por el esfuerzo físico, y la contaminan con negros augurios. El desanimo, el abandono, el pie a tierra comienza a sonar en nuestra cabeza una y otra vez. Los que han subido me suplican que no las escuche. Que deje la mente en blanco y pedalee. Con fuerza. Que no deje de pedalear. Sólo así ellas se irán. Volverán silenciosas a la cuneta, entre los matojos, a esperar tumbadas en la hierba el sonido cansino de las próximas ruedas en la carretera.
Quizás sean leyendas, no lo sé. Si todo va bien lo veré pronto con mis propios ojos. Iremos allí y nos enfrentaremos cara a cara con ellos. El desenlace es hoy una incognita.
Cuando en 1266 Alfonso X ¨el sabio¨ otorgó la carta puebla al municipio de Pola de Lena, ellas ya estaban allí. Nos esperan desde entonces. Inmensas moles petreas, silenciosas, majestuosas. Hoy las carreteras asfaltadas surcan sinuosas sus laderas. Angliru, Cuitu Negro, Gamoniteiru, Cobertoria, Pajares......... esos son sus nombres.
Las montañas y el hombre. Ellas, expectantes, inmóviles, siempre desafiando con su quietud. El hombre, inquieto, arrogante, siempre intentando conquistarlas. Puertos mitificados. Duras carreteras en pendientes interminables que están ahí para invitarnos a intentarlo. Asfaltos que retan nuestra osadía y atrevimiento. Ahora es el momento. Es hora de pensar retos para el 2013. Es hora de comenzar a velar las armas.
Escapada Pola de Lena
Allí, en el Principado de Asturias, es donde nos espera la batalla . El fin: enfrentarnos a los colosos asturianos y doblegarlos. No va a ser fácil. Sus armas son letales. La lucha será cruenta, sin duda.
Son muchas las historias que cuentan sobre ellos, de su dureza, de su carácter despiadado, de su falta de compasión. Dicen que en estos puertos el asfalto está vivo. Siente, respira. De él, en los días de niebla, salen largos tentáculos que atrapan tus ruedas casi sin darte cuenta y no te permiten continuar. No hay que mirarlos, sino simplemente luchar. Apretar fuerte los pedales, en silencio, intentando no despertar al coloso. Algunos dicen que son simples ilusiones, que no es real, pero todos los que han osado retarles han sentido como su bicicleta se suelda al asfalto. Como en los sueños, parece imposible avanzar. Relatos inventados con el objetivo de que el miedo nos envuelva como papel de regalo.
Cuentan que sus carreteras trepan por las laderas por pendientes inverosímiles. Negras enredaderas por las que nuestras bicicletas tienen que ascender. Dicen que estas rampas son el lomo del coloso eternamente tumbado. Si le despiertas, según vas ascendiendo por su espalda, según le vas molestando con tu insolencia, él, con un leve movimiento de su cuerpo, hace que su dorso se levante. Sus rampas entonces se encrespan, parecen inaccesibles. Sólo los mas fuertes, los menos cuerdos pueden osar a desafiarlas. Muchos lo han hecho. Otros han sucumbido. Los más, prefieren no intentarlo.
No están solos en sus dominios. Figuras fantásticas pueblan estan mágicas cumbres. Se dice que algunos días, cuando parece que podemos vencer a la montaña, aparecen ellas. Frágiles, etéreas, escudriñando el horizonte buscando sus presas. Nadie las ha visto pero todos los que han ido por allí las han escuchado. Voces y lamentos son sus armas. Dulces cantos turbios de Sirenas. Penetran en nuestra mente, agotada por el esfuerzo físico, y la contaminan con negros augurios. El desanimo, el abandono, el pie a tierra comienza a sonar en nuestra cabeza una y otra vez. Los que han subido me suplican que no las escuche. Que deje la mente en blanco y pedalee. Con fuerza. Que no deje de pedalear. Sólo así ellas se irán. Volverán silenciosas a la cuneta, entre los matojos, a esperar tumbadas en la hierba el sonido cansino de las próximas ruedas en la carretera.
Quizás sean leyendas, no lo sé. Si todo va bien lo veré pronto con mis propios ojos. Iremos allí y nos enfrentaremos cara a cara con ellos. El desenlace es hoy una incognita.
Sus nombres asustan. Sólo mentarlos impone respeto. Cuitu Negro, Angliru, Gamoniteiru y sus fieles escuderos El Cordal, Pajares, La Cobertoria, Cubilla, Cuchu Puerco........ Son fuertes. Nosotros tenaces.
Quedan cinco meses para prepararnos. Todas las marchas y entrenamientos que hagamos hasta entonces sólo tienen un objetivo: ellos. Hacernos más fuertes. Preparar el cuerpo y la mente para tan magna empresa. Desde hace algunos días sólo pienso en ellos. Me obsesionan. Les tengo mucho miedo, mucho respeto. Me he embarcado en algunos desafios en la bicicleta. Este me impone de verdad. Tenemos que doblegar a los colosos, hacerles hincar las rodillas en la hierba. Divisar el horizonte desde sus cumbres. Sólo entonces les habremos vencido. Nosotros no podemos poner pie a tierra. Ese es el trato.
La primera batalla el 24 de Mayo; los adversarios Pajares, El Cuitu Negro y La Cubilla. Si les vencemos, El Cordal, Angliru, Cuchu Puercu y Gamoniteiru, nos estarán esperando al día siguiente para hacernos descabalgar de nuestras monturas. Serán muchas las heridas, duro el esfuerzo pero tenemos que seguir. Aún nos queda un último combate. La tropas despegladas nos aguardan. Tenemos que vencer la batalla: Alba y Cobertoria por sus dos vertientes. Esperemos poder plantarles cara.
David contra Goliath. Ferdinan y Pillu Machine contra los titanes. Confiamos en que, como en el relato biblíco, la piedra golpee certera en la cabeza del gigante.
http://www.altimetrias.net/
Quedan cinco meses para prepararnos. Todas las marchas y entrenamientos que hagamos hasta entonces sólo tienen un objetivo: ellos. Hacernos más fuertes. Preparar el cuerpo y la mente para tan magna empresa. Desde hace algunos días sólo pienso en ellos. Me obsesionan. Les tengo mucho miedo, mucho respeto. Me he embarcado en algunos desafios en la bicicleta. Este me impone de verdad. Tenemos que doblegar a los colosos, hacerles hincar las rodillas en la hierba. Divisar el horizonte desde sus cumbres. Sólo entonces les habremos vencido. Nosotros no podemos poner pie a tierra. Ese es el trato.
La primera batalla el 24 de Mayo; los adversarios Pajares, El Cuitu Negro y La Cubilla. Si les vencemos, El Cordal, Angliru, Cuchu Puercu y Gamoniteiru, nos estarán esperando al día siguiente para hacernos descabalgar de nuestras monturas. Serán muchas las heridas, duro el esfuerzo pero tenemos que seguir. Aún nos queda un último combate. La tropas despegladas nos aguardan. Tenemos que vencer la batalla: Alba y Cobertoria por sus dos vertientes. Esperemos poder plantarles cara.
David contra Goliath. Ferdinan y Pillu Machine contra los titanes. Confiamos en que, como en el relato biblíco, la piedra golpee certera en la cabeza del gigante.
http://www.altimetrias.net/